28 mayo 2010

Ser voluntario o voluntaria en la Casa de Willy

La filosofía de la Casa de Willy es primordialmente la de ofrecer apoyo social a jóvenes en situación de riesgo social dentro de un ambiente familiar y dejándoles siempre la libertad que les permita desarrollar su responsabilidad como personas.
Son bienvenidos voluntarios provenientes de todos los países. ¡Se les necesita! Hay muchas tareas a llevar a cabo, como por ejemplo:
- Participación en las tareas cotidianas de la Casa.
- Mejora de las condiciones de infraestructura de la Casa.
- Echar una mano a los jóvenes con sus tareas escolares (de todos los niveles hasta Bachillerato).
- Creación de actividades educativas, culturales, artísticas y lúdicas para los jóvenes.
- Acompañamiento de los jóvenes en su desarrollo personal.
La Casa tiene como meta el autoabastecerse, es por eso que se empiezan a desarrollar actividades económicas. Actualmente, la Casa necesita voluntarios que colaboren en estos proyectos de autofinanciamiento:
- Participación en las actividades agrícolas (trabajar en los campos y desarrollo de nuevas formas de cultivo).
- Formación de los jóvenes en el campo de la carpintería, la soldadura y la panadería.
Si alguna de estas actividades os interesa, poseéis un gran sentido de la responsabilidad, deseáis vivir una gran y enriquecedora experiencia, Willy y todos los chicos y chicas de la Casa os recibirán con los brazos abiertos.
Para más información:
Correo electrónico: phesvoluntariado@hotmail.com

18 mayo 2010

Anticucho

Muchas veces cuando viajas, te encuentras con platos típicos del país que a primera vista no parecen muy apetecibles. Gusanos, cucarachas, carne de caballo, serpiente, la lista no termina y todos ellos son autenticas delicatesen en algunos lugares del geoide. El dilema del viajero se divide entre seguir los ojos estomacales y gentilmente rehusar de probarlos, o hacer caso a su espíritu aventurero y cogiendo aire y poniendo cara de asco ponérselo en la boca a ver qué pasa. El resultado puede ser, o bien escupirlo y beberse un litro de agua de un tirón, tragárselo y acabar con unas cagaleras de apaga y vámonos, o bien encontrarlo delicioso y darle la razón a toda una civilización que lo encuentra manjar de dioses. En nuestro caso, esta es la opinión que nos ha quedado tras probar el Anticucho, unas brochetas de corazón de vaca que no queríamos probar para nada del mundo, la insistencia de los peruanos que hemos conocido ha hecho que probásemos y ahora como buenos limeños, cenamos cada viernes...

14 mayo 2010

Unos meses en Lima con MATISEE

El jueves de la semana anterior, después de despedirnos de los niños y niñas y la gente de Ayacucho, cogimos un bus destinación Lima donde estaremos unos meses colaborando con la ONG peruana MATISEE. Entre las diferentes líneas de trabajo que su equipo tiene, nosotros y otros voluntarios y voluntarias nos vamos a dedicar sobretodo al diagnostico socioeconómico de comunidades agrícolas rurales del Perú, con el fin de más adelante poder llevar a cabo proyectos de desarrollo comunitario, así como hacerles accesibles a ayudas y subvenciones como el PCC. Este viernes tenemos la primera misión de trabajo de campo en una comunidad en Chincha, ¡ya os explicaremos que tal!

08 mayo 2010

Quinua y el obelisco conmemorativo de la batalla de Ayacucho

El pasado martes, aprovechando que nos quedan pocos días por estos lares hicimos una escapadita al pueblo de Quinua, a 37km de Ayacucho, donde se encuentra el obelisco en memoria de los caídos por la independencia del Perú y sobretodo durante la batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824. El pueblecito tiene mucho encanto y pueden encontrarse numerosos talleres de cerámica conocidos en toda la sierra andina por la calidad de sus productos. El obelisco, de 44m de altura, fue construido en conmemoración de la firma de la Capitulación de Ayacucho la cual dio punto y final al dominio español sobre el Perú.

07 mayo 2010

De rally por Invasión.

Como esta semana H, un joven de la Casa, tenía sus exámenes para obtener el carnet de conducir, M cogió el coche de la Casa junto con H, A y Hc para hacer unas prácticas de conducción.
Una vez llegados a los llanos de Invasión, urbanización situada entre la Casa y Ayacucho, las clases empezaron. Pon primera, dale al gas, segunda, ¡frena, frena!
Tras un tiempo de conducción, los lugareños nos hacen señas con las manos, rueda pinchada...
H y A se van a la Casa para coger las herramientas y la rueda de repuesto, mientras M y Hc se quedan esperando junto al coche, aguantando el frío del anochecer y las risas y mofas de los lugareños.
Al cabo de una hora H y A vuelven con herramientas, acompañados por G y otros chicos de la Casa, pero sin rueda de repuesto, parece ser que había pero ahora no hay.
Pedimos a los vecinos y conductores de combis una rueda prestada, todos dicen que no. Llega Willy con su moto para llevarse la rueda a reparar. Tras otra hora de espera y frío, vuelve Willy con la rueda, los chicos la colocan y sorpresa, la rueda en teoría reparada pierde aire. Hay que volver rápido a la Casa, M sube al volante mientras A le grita ‘pon tercera, ¡daleee, daleee!’ y O ya en pijama contesta atemorizado ¡despaciooooo, despaciooooo!

06 mayo 2010

Un día en la Casa de Willy.

Para la mayoría de los chicos y chicas de la Casa, la jornada empieza a las 6h para no perder el combi que los lleva a la escuela. Para el resto de los chicos, los voluntarios y Willy, la jornada empieza más bien a las 8h.
Antes que nada, un desayuno a base de pan casero con mantequilla y mermelada y una bebida a base de avena, leche, agua y cacao. Después, la mañana está dedicada a los trabajos de la Casa; pintura, costura, carpintería, cultivo de los campos, soldar, etcétera. Los chicos y chicas que se quedan en la Casa participan en las actividades, ¡eso si conseguimos motivarlos o si Willy está ahí para presionarlos!
A las 14h, los chicos y chicas vuelven de la escuela con el almuerzo que les proporciona la Sociedad Benéfica de Ayacucho y comemos todos juntos. Una vez hemos almorzado, cada uno realiza el oficio que se le ha asignado para la semana; lavar los platos, limpiar a cocina o los baños, preparar la comida para los perros, etcétera.
A las 17h, los chicos y chicas hacen sus deberes en la biblioteca de la Casa, ayudados por los voluntarios y la maestra de la Casa.
Son los mismos jóvenes los que preparan la cena y comemos todos juntos, intentando que la comida se reparta a partes iguales, ¡ya que algunos son unos auténticos ogros! Nos vamos a dormir bastante temprano y bien cansados.
Los fines de semana son algo diferentes y con más tiempo libre. Se aprovecha para hacer algo de deporte (fútbol y voleibol) y para organizar juegos. Las tardes a menudo se pasan delante una película.

05 mayo 2010

La Casa de Willy

La Casa de Willy abarca un gran terreno donde humildemente se acogen una veintena de jóvenes (entre los 10y los 25 años), ya sean huérfanos o que sus familias no pueden hacerse cargo de ellos.
Una decena de habitaciones, una biblioteca, una sala de reflexión, cocina, horno de piedra, un gran patio rectangular, una sala para moler la harina, un taller de carpintería y soldador, un cercado para conejos, otro para cuyes, uno para patos y otro para perdices. Todos ellos componen el conjunto de la casa, distribuidos en forma escalonada aprovechando el pendiente del terreno.
En los campos, además de alguna hierba y cebollas, se cultiva la alfalfa para alimentar los animales, más una gran parte dejada al pastoreo de las dos vacas de la casa, Mafalda y Libertad.
El conjunto, está situado a 5km de la ciudad de Ayacucho en la ruta que va a Cuzco. Desde la casa, ¡las vistas son increíbles! Y el ambiente muy tranquilo…