El domingo pasado llegamos a Trujillo. Al lado de esta ciudad hemos visitado un palacio Chimú, Chan Chan. Los chimú eran una civilización pre-Inca que se organizaba a partir de la concepción de tres mundos: el terrestre, el celeste y el marino. Como todas las civilizaciones antiguas peruanas, la jerarquía social estaba basada en un sistema de castas.
El palacio que hemos visitado era impresionante, comprendía dos plazas dedicadas a las ceremonias, una balsa de reserva de agua, habitaciones mortuorias y templos.
Construidos en adobes, los muros de este complejo eran cubiertos por un cimiento sobre el cual grababan motivos marinos (mareas, peces, pelicanos) señal de la importancia que la proximidad al Océano Pacifico tenia para esta civilización.
Existen diversas teorías sobre el significado de estos grabados, la más consensuada es que estuviesen relacionados con los fenómenos climáticos, como el advenimiento de ‘El Niño’.
El palacio fue construido en un tiempo récord para que le jefe chimú pudiese ser enterrado en él, junto con sus efectos personales así como los sacrificios humanos y animales hechos en su honor. Cuando esto sucedía, su hijo primogénito, el nuevo jefe Chimú, tenia que conquistar un nuevo territorio donde poder construir su palacio y en su momento poder ser enterrado en él.
El palacio que hemos visitado era impresionante, comprendía dos plazas dedicadas a las ceremonias, una balsa de reserva de agua, habitaciones mortuorias y templos.
Construidos en adobes, los muros de este complejo eran cubiertos por un cimiento sobre el cual grababan motivos marinos (mareas, peces, pelicanos) señal de la importancia que la proximidad al Océano Pacifico tenia para esta civilización.
Existen diversas teorías sobre el significado de estos grabados, la más consensuada es que estuviesen relacionados con los fenómenos climáticos, como el advenimiento de ‘El Niño’.
El palacio fue construido en un tiempo récord para que le jefe chimú pudiese ser enterrado en él, junto con sus efectos personales así como los sacrificios humanos y animales hechos en su honor. Cuando esto sucedía, su hijo primogénito, el nuevo jefe Chimú, tenia que conquistar un nuevo territorio donde poder construir su palacio y en su momento poder ser enterrado en él.
Buenas! Os hemos mencionado en Diario del Viajero en nuestra sección Compañeros de Ruta.
ResponderEliminarOs dejo el enlace por si queréis daros una vuelta: http://www.diariodelviajero.com/diario-del-viajero/companeros-de-ruta-xix
Un saludo!
Gracias por mencionarnos Julia y compañeros de diario del viajero...
ResponderEliminar¡Seguimos en contacto!