20 marzo 2010

El taxista peruano.

Buenas noticias, la mochila de G apareció antes de ayer y por lo tanto ¡hemos podido comenzar la ruta por el norte del Perú! El taxista que nos ha acompañado hasta el aeropuerto, R, como a buen limeño que es le gusta mucho hablar. Conocedor de su país y sus gentes, nos ha explicado un montón de cosas sobre el Perú i más concretamente Lima. Es preciso comentar, el hecho de que en Lima el tráfico es la jungla y que mientras conducía, R no paraba de mirar por el retrovisor para comprobar si le seguíamos, mientras con las dos manos hacia grandes gesticulaciones para darle énfasis a lo que nos decía. A nosotros, al ver todo el embrollo del tráfico delante nuestro y que R no lo veía porque estaba ocupado mirándonos por el retrovisor mientras nos hablaba, nos daban ganas de proponerle que ya conducíamos uno de los dos mientras él nos ilustraba sobre Perú y peruanos, cómodamente sentado en el asiento del copiloto. En S-A-M pensamos que R constituye la iconografía perfecta del peruano amante de su tierra y con muchas anécdotas y hechos históricos para explicar, medio realidad, medio mito… No buscando mentir, sino impresionar… Y por encima de todo, hacernos participes de su amor por esta gran tierra. La próxima vez que vayamos a Lima y necesitemos un taxi, sin dudarlo vamos a llamar a R.

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