Así como ayer visitamos los restos arquitectónicos de la cultura Chimú. Hoy hemos visitado los de la cultura Moche, anterior a la Chimú y que ocupaba el mismo valle, el valle Moche.
La Huaca del Sol, se cree que cumplía con una funcionalidad administrativa (impuestos, cobros, etc.), pero hoy en día no se puede visitar ya que todavía está enterrada debajo de una gran montaña de arena que solo deja apreciar ligeramente su forma escalonada. Esperemos un día se encuentre el financiamiento necesario para iniciar las obras arqueológicas que nos permitan apreciar su interior.
La Huaca de la Luna si que se puede visitar por dentro y es impresionante. Está compuesta por siete plataformas que conjuntamente forman 21m de altura. A pesar de los grandes saqueos que la Huaca de la Luna sufrió durante la época colonial, todavía podemos apreciar su forma y una parte del interior. De funcionalidad funeraria, cada plataforma es la tumba de los sacerdotes guerreros de una centuria. Como podemos apreciar en la fotografía, las paredes de cada plataforma están decoradas con pinturas murales representando su deidad, así como escenas propias de la cultura mochica.
Un dato interesante, a diferencia de otras culturas más propicias a sacrificar animales, quinceañeras o mujeres. La cultura Moche celebraba combates entre los mejores guerreros en la plaza mayor anexada a al Huaca, los perdedores eran sacrificados.
Para más información sobre las Huacas y la cultura Moche: http://www.huacas.com/
La Huaca del Sol, se cree que cumplía con una funcionalidad administrativa (impuestos, cobros, etc.), pero hoy en día no se puede visitar ya que todavía está enterrada debajo de una gran montaña de arena que solo deja apreciar ligeramente su forma escalonada. Esperemos un día se encuentre el financiamiento necesario para iniciar las obras arqueológicas que nos permitan apreciar su interior.
La Huaca de la Luna si que se puede visitar por dentro y es impresionante. Está compuesta por siete plataformas que conjuntamente forman 21m de altura. A pesar de los grandes saqueos que la Huaca de la Luna sufrió durante la época colonial, todavía podemos apreciar su forma y una parte del interior. De funcionalidad funeraria, cada plataforma es la tumba de los sacerdotes guerreros de una centuria. Como podemos apreciar en la fotografía, las paredes de cada plataforma están decoradas con pinturas murales representando su deidad, así como escenas propias de la cultura mochica.
Un dato interesante, a diferencia de otras culturas más propicias a sacrificar animales, quinceañeras o mujeres. La cultura Moche celebraba combates entre los mejores guerreros en la plaza mayor anexada a al Huaca, los perdedores eran sacrificados.
Para más información sobre las Huacas y la cultura Moche: http://www.huacas.com/
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