Vuelta a casa.

El pasado fin de semana fue muy agitado, entre la fiesta de despedida con la gente de París y la preparación de todas las cajas y maletas para irnos ¡Hemos estado bastante liados! Ha habido grandes incidencias, como M perdiendo el tren para Barcelona debido a las retenciones en el periférico de París. O la puerta lateral de la furgoneta que G había alquilado para llevar los muebles y cajas a Hérimoncourt que no cerraba con llave. Nos hemos tomado todo esto con humor, diciéndonos a nosotros mismos que ¡seguramente en Sudamérica vendrán cosas más imprevistas aún! I por eso, ¡mejor tomarse las cosas con filosofía!
Los próximos quince días antes de irnos los pasaremos cada uno con su familia; M en Terrassa y G en Hérimoncourt. Aprovechando de los últimos días con los nuestros, despidiéndonos de todo el mundo y acabando de prepararlo todo para... ¡Irnos!