Después del cansado trek hasta Machu Picchu, hemos ido a descansar unos días a las puertas de la selva amazónica en Puerto Maldonado. Hemos hecho camping en un lodge (Anaconda Lodge) rodeados de árboles y plantas exóticas, hogar de un gran número de animales (pájaros, monos, mariposas gigantes, tarántulas…). El lugar era de lo más agradable, con piscina en el borde de la cual pequeños simios huérfanos (a sus padres los mataron para ser comidos) acogidos por el propietario venían a jugar con nosotros.
Dos historias “simpáticas” relacionadas con las tarántulas:
- Antes de ir a dormir nos encontramos con una en la parte interior de la puerta de la tienda. ¡Fue M quien tuvo el valor de echarla!
- Otra se pego maliciosamente al brazo de G sin que el se diese cuenta. Cuando le dijeron –no te muevas-, ¡os aseguramos no le izo ni pizca de gracia!
Dos historias “simpáticas” relacionadas con las tarántulas:
- Antes de ir a dormir nos encontramos con una en la parte interior de la puerta de la tienda. ¡Fue M quien tuvo el valor de echarla!
- Otra se pego maliciosamente al brazo de G sin que el se diese cuenta. Cuando le dijeron –no te muevas-, ¡os aseguramos no le izo ni pizca de gracia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario